huella de carbono

A vueltas con la huella de carbono

La Oficina Española de Cambio Climático, dependiente del MAGRAMA, Ministerio que se ocupa en España, entre otros asuntos, de lo relativo al medio ambiente, ha anunciado recientemente su decisión de crear un Sistema Nacional de Huella de Carbono que dispondrá de tres registros voluntarios.

  1. El primero, dirigido a las empresas españolas que quieran calcular su huella y registrarla. Dispondrán de un sello nacional que lo acredite.
  2. Otro, para las empresas e instituciones que dispongan de proyectos forestales o de selvicultura en España.
  3. Un tercero, para conectar a las empresas que quieran compensar su huella de carbono con las que tengan proyectos en España, a través de sumideros forestales.

El objetivo final es reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, estimular a las empresas a que calculen su huella de carbono y establezcan planes para su reducción o compensación, y promover sistemas de eficiencia energética.

Al mismo tiempo, servirá para incentivar la realización de proyectos de absorción de carbono en territorio nacional y permitirá la compensación de emisiones utilizando las absorciones de carbono logradas en España.

Ahora bien, ¿Qué es y qué aporta a las empresas el cálculo de su huella de Carbono?

Se trata de conocer cuáles (tipo y cantidad) son sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y poner los mecanismos para reducirlas al máximo actuando en las fuentes que las generan.

Toda actividad, tanto por el funcionamiento de su propia estructura, como por la generación de productos o servicios, emite GEI perjudiciales para el medio ambiente. Precisamente para cumplir con lo acordado en el Protocolo de Kioto, recientemente renovado hasta el 2020,  cada país firmante y, entre ellos está España, tiene asignado un límite de crecimiento de sus emisiones de GEI respecto al año base que es 1990. En paralelo, se deben disminuir las emisiones difusas, que en el caso español son todas aquellas que no están incluidas en el Régimen europeo de derechos de emisión.

Para cumplir con estos objetivos, España ha elaborado un Plan Estratégico basado en un incremento máximo de GEI, sobre el año base, y que se reparte entre lo que permite incrementar gratuitamente el protocolo de Kioto, lo que se compensa por el crecimiento de los sumideros (principalmente bosques) y lo que se compensa con la compra de derechos de emisión para compensar el exceso de emisiones difusas.

Volviendo a las empresas, ¿qué les aporta este conocimiento y reducción de sus emisiones en GEI, además del cumplimiento con las exigencias dictadas por el gobierno correspondiente y de dotarles de una mejor imagen en lo que respecta a su responsabilidad ambiental?

Pues a decir verdad mucho. Este conocimiento de lo que emiten, por qué y en qué punto o puntos de su cadena productiva, les otorga la llave de dónde poder actuar y cómo para reducir las emisiones. Y esta reducción siempre trae consigo una mayor eficiencia en el proceso productivo lo que, indefectiblemente, va unido a una reducción de los costes. En consecuencia, será beneficiario de una serie de ventajas al estar:

  • Colaborando con su país en la reducción de emisiones a la atmósfera y por tanto, luchando contra el cambio climático.
  • Siendo responsable del cuidado del medio ambiente y del planeta
  • Gestionando mejor su empresa.
  • Incrementando su beneficio económico y el beneficio social (RSC)

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